domingo, 19 de agosto de 2012

Silenciar tus Emociones




Hace poco en una conversación me hizo curiosear sobre la Asertividad y ahora me ha hecho pensar en las sutiles formas en que nos comunicamos. Porque sin darnos cuenta decimos más de lo que creemos.
En una investigación leí que en un porcentaje, al impacto de un mensaje: 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos!! Y es que ver la expresión de la persona con quien hablamos nos da mucha información, sin ella es muy normal que se produzcan confusiones, porque no es lo mismo leer una obra de teatro que verla representada.
En nuestro constante deambular, nos relacionamos con muchas personas. Esta relación puede llegar a ser permanente o pasajera. Podemos llegar a intercambiar palabras o simplemente gestos. La Kinesia se ocupa del estudio del lenguaje corporal, en donde se sustituyen los fonemas por los kinemas (unidades de movimiento corporal), las frases por los kinemorfemas.
Los movimientos de brazos, manos, piernas y pies, las posturas corporales, las expresiones faciales con gestos y miradas, muestran el estado emocional del individuo y descubren, en muchos casos, su forma de ser y de obrar. La cara es el espejo del alma, en ella se muestra la felicidad, la ira, la tristeza, el miedo, la sorpresa, el disgusto, la alegría… La expresión de la mirada es suficiente para conocer el estado de ánimo de una persona. Es un lenguaje universal, en el que no se necesita saber idiomas.
Algunos individuos son capaces, en ciertas ocasiones, de controlar las expresiones de su rostro y así engañar a su interlocutor. Actores, políticos, profesionales de la medicina y de otros campos, pueden disimular o controlar sus emociones.
En la mirada podemos descubrir, o al menos intuir, mucho de nuestro interlocutor. Una mirada directa a los ojos es muestra de sentimientos positivos; si se rehúye, es síntoma de culpabilidad, de actitud negativa. El amor y la amistad se refuerzan en las relaciones oculares. Bajo una mirada fija suele esconderse una actitud agresiva y hostil. A través de la mirada se pueden establecer relaciones, regular conversaciones.
De todo lo anterior deducimos que las relaciones interpersonales no se asientan únicamente en el lenguaje verbal. El lenguaje corporal, la Kinesia, es una ayuda fundamental para el conocimiento del otro, para el establecimiento de cada relación.

Debemos aceptar que queramos o no resulta casi imposible silenciar emociones porque como dicen: “La cara es el espejo del alma”.