domingo, 21 de octubre de 2012

El Monje Interno


                                   

Hay momentos en la vida que necesitamos estar solos, para poder ver como vamos, como nos realizamos y como estamos  llevando nuestra situación emocional y sentimental.

El Monje interno hace que nos desapeguemos momentáneamente o completamente de lo carnal, material y sentimental como una auto ayuda que nos damos para no estar desenfocados a nuestra mira. 

En ese momento de paz  y tranquilidad podemos limpiar esas asperezas y mejorar nuestra relación con nuestro entorno, además dar ese tiempo para atendernos y ver que es lo que nos falta en la búsqueda del conocimiento la evolución espiritual  la conexión y la necesidad de encontrar a un maestro nuestro y guía.

Ese espacio que tomamos es tan importante en nuestras vidas.  Y si sentimos  que   nuestras relaciones emocionales y sentimentales  estén  perfectamente equilibradas, igualmente recomiendo buscar tu Monje Interno.  De esta manera  así podemos frenar la rutina constante del movimiento incontrolable del reloj para observar bien como vamos.

Bueno con este post no necesito dar mas palabras es fácil de comprender y sé que nos vamos a entender vamos a pensar mucho y ver que si es cierto necesitamos detenernos por solo así sea un maravilloso segundo en nuestras vidas.

Muchas Bendiciones a todas las personas, gracias por seguirme hasta pronto!

Namaste!



domingo, 7 de octubre de 2012

El arte de ignorarlos



  
Ante todo primero tenemos que saber este concepto para entender y aplicarlo en nuestras vidas,

La solidaridad  son actos que contribuyen a los valores humanos de gran importancia, que consiste en ayudar, colaborar. Nosotros como adultos debemos enfocarnos en este valor fundamental para enseñarlo a los nuestros y dar ejemplo para que este mundo valla en mejoría y tener esa felicidad desinteresada que el mundo aqueja.


Que pasaría si la vida nos cambia de noche a la mañana nuestras vidas y somos nosotros  quienes extendemos la mano pidiendo un poco de comida o limosna para poder alimentarnos a nosotros mismos y a  los nuestros. Preocupándonos donde dormir o finalmente muriéndonos de una enfermedad, infección dolorosa o mucho peor, de hambre. Te pusiste a pensar esto alguna vez?
Nuestra ayuda a los demás esta en el orden del día, y hay que aprender y sentir que gratificante es, respirar esa sensación de alegría compartida así no los veas sonreír, o  que no te sean agradecido, como les digo no hay que esperar nada a cambio. No hay que esperar la ayuda de grandes políticos o gente importante, ya es momento. Ya es hora de poder ayudar con un mínimo sin pensar en que se gastaran el dinero o si lo venderán, solo es la acción de dar. No tengamos perjuicios, hay que dar con el corazón desinteresadamente.


«Darle a alguien todo tu amor nunca es seguro de que te amarán de regreso, pero no esperes que te amen de regreso; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo.  Hay cosas que te encantaría oír,  que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón».



miércoles, 3 de octubre de 2012

El cordón umbilical



Ser madre es un privilegio, sin embargo, sobre proteger a los hijos al grado de asfixiarlos psicológicamente, es entrar en una vía que produce hijos infelices e inmaduros.
El ser madre es algo esperado y anhelado por muchas mujeres, que ven en dicha posibilidad una forma de autorrealización. No hay nada malo en la expectativa de ser mamá.

El problema se suscita cuando algunas mujeres no entienden que su rol de madre no les da derecho a castrar psicológicamente a sus hijos al grado de no permitirles crecer y desarrollarse adecuadamente como personas.

Una madre posesiva considera que sus hijos son su propiedad personal y lo creen literalmente, son personas psicológicamente enfermas que tarde o temprano dañarán, algunas de manera irremediable, a sus hijos e hijas.

Desde el punto psicoanálisis,  se las denomina "engendradoras de neurosis familiares".                    Es razonable pensar en este concepto, dado los resultados que se observan en la vida familiar cuando hay madres posesivas, envolventes y dominantes.

La lucha entre ser madre equilibrada y razonable, y la de amar patológicamente a un ser humano al grado de no dejarlo crecer, es probablemente producto de una sociedad que ha sacralizado el rol de la madre, pero sin enseñarles a las mismas cómo serlo de manera equilibrada.

Resulta difícil conjugar la tarea de parir (por lo tanto la tendencia de considerar al hijo como verdaderamente suyo), con la responsabilidad de formar (a un individuo que tiene que partir). La tendencia a considerar al hijo, como un bebé permanente, es muy alta en madres posesivas.

El destete no sólo debe ser a nivel físico mamario, dejar de tomar leche materna, sino que el desapego debe efectuarse también a nivel psicológico, y es allí el conflicto que se suscita a la hora de criar hijos de manera equilibrada.

Por todos los medios posibles, lícitos e ilícitos, que sus hijos hagan lo que ella desea. No acepta oposición. Manipula, llora, amenaza o pide compasión, con tal que sus hijos actúen de acuerdo a su voluntad. En el caso de las hijas son maltratadas psicológicamente y emocionales.

En el caso de los hijos identificaran sus vidas con esta frase  "madres castradoras".                          
La sobre exaltación de la madre provoca que muchos varones se replieguen en su función paterna y se conviertan sólo en proveedores pasivos.

En esos casos, son madres con mucha fuerza que monopolizan la relación de pareja y terminan haciendo su voluntad, no sólo en la vida de sus hijos, sino también con sus cónyuges o parejas sentimentales.

La presencia de este tipo de madres ante varones pasivos o dominados que han dejado que la relación paritaria o de mutualidad, ceda a un tipo de vínculo desequilibrado donde uno manda y otro obedece.

No obstante, es necesario que la sociedad entienda el rol de una madre equilibrada que sustenta, cuida, protege y guía, pero sin considerarse dueña de sus retoños, sino como parte de un proceso normal donde su función es guiarlos, así como hacen las águilas, donde el macho y la hembra, emprenden juntos la tarea de enseñarles a sus aguiluchos a volar para que abandonen el nido.

Hijas aconsejo ser sabias escuchar lo necesario respetar y no caer en la manipulación y el maltrato de su propia madre, recordar que  ya es una mujer fuerte. Y ya vivió una gran parte de la vida.
Hijitos, No hay escusa alguna a la manipulación de la mamá.  El que no se mueve es  porque ya esta cómodo.